"MI CUERPO NO ACEPTÓ BIEN LA INDUCCIÓN"

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Llegamos el 28 de julio por la mañana al hospital para la inducción con la idea de irnos un poco más tarde para casa y empezar a sentir los efectos del propess estando en un ambiente tranquilo. Estaba sola, Gonzalo se había ido a casa. Sólo lo dejaban entrar si me ponía de parto.

5 minutos después de ponerme el fármaco empiezo a sentir contracciones leves. A los 15 minutos minutos la cosa se pone seria. Gonzalo llega. Y a la media hora empiezo a tener temblores, me sube la temperatura a 37,7°. Voy al baño a vomitar. Las contracciones son muy seguidas y no hay descanso entre ellas. Podríamos decir que tuve una sola contracción durante casi dos horas. Le digo a la matrona que algo no anda bien. Ella se espera un poco pero al ver como mi cuerpo reacciona y al comprobar que muy normal no es, opta por quitarme el propes. Viene con un grupo de matronas Senior y me colocan suero para hidratarme. Reaccioné al fármaco de la prostaglandina fatal y estaba hecha un trapo, y ¡en menos de dos horas! Cuando me quitaron el propess tuve la esperanza de que las contracciones cesaran o al menos se regularan para poder disfrutar de esos minutos de descanso entre contracción y contraccion y aplicar la respiración ascendente. Pero aún así las contracciones (o la eterna contracción) siguieron. Aquí tengo que decir que si no llega a ser por el curso y las respiraciones que nos enseñó Konchy, yo no hubiera aguantado tanto.

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"LAS RESPIRACIONES ME AYUDARON A SOBRELLEVAR LA INTENSIDAD"

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De vez en cuando me daba por sonreír a la matrona y darle las gracias. Y pude controlarlas aunque eran seguidas, muy dolorosas. Solo me habían dado un Paracetamol e ibuprofeno porque sin dilatar no me podían poner epidural. Así que apechugué y aguanté con las respiraciones . Si no llega a ser por eso hubiera sido traumático ese momento. Pero no lo recuerdo tan mal. Sabía q eso significaba q el bebé estaba cada vez más cerca. Pero bueno seguía el problema de la no dilatación. Me pincharon un calmante más fuerte y ahí pude descansar un poco. Después llegaron los médicos y me dijeron que con oxitocina sintética no hacíamos nada. Que el bebé estaba muy estresado dentro, que quería salir. Sus latidos me recordaban al galope de un caballo. Pobrecillo.... Me dijeron q si seguía así tenían q hacerme cesárea de urgencia. Siguió así la cosa y mi marido y yo vimos perfecto lo de la cesárea. Aunque no tuviésemos realmente opción. Pero esto es otra de las cosas que me ayudaron mucho en el curso. Estaba abierta a una cesárea incluso días antes. Estas cosas pasan y no podemos ir con una sola idea a parir porque si no el día más importante de la vida de una persona se vuelve un infierno. Pero de verdad que Gonzalo y yo lo llevamos bien. Tanto es así que al rato el médico volvió a la habitación diciendo que el bebé se había estabilizado. Que habría una posibilidad de tener al bebé naturalmente.

 

"EL CURSO ME AYUDÓ A TOMAR DECISIONES ACERTADAS"

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Teníamos dos opciones : una la cesárea que nos habían dicho de hacer. Y la otra opción era esperar al día siguiente a repetir el proceso de la inducción y ver como reaccionaba de nuevo. Esta segunda opción contenía más riesgos, ya que si se repetía el proceso y mi bebé se ponía otra vez igual de estresado podríamos finalizar en una cesárea de más urgencia y por tanto con más riesgos. Aquí el BRAIN nos vino genial. Lo usamos y decidimos seguir con la cesárea. Aunque me hubiera encantado poder vivir el parto de manera natural. Mientras ocurría todo esto las matronas me habían dicho que el bebé estaba de cabeza. Es decir, en la posición correcta. Pero al final de la cesárea el doctor me dijo que el bebé estaba de nalgas!! Se cambió durante las contracciones? Las matronas se equivocaron? Cuál era la razón??? No importa. Lo que importa es que tomamos la decisión correcta. Porque un bebé de nalgas en ese hospital no puede nacer de manera natural. O sea q la cesárea hubiera sido necesaria en cualquier caso.

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"ESCUCHAMOS SALSA EN EL QUIRÓFANO Y EL AMBIENTE ERA CÁLIDO Y ACOGEDOR"

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Llegó el momento de la cesárea. A pesar de estar incómoda porque los quirofano me gustan muy muy poco , me sorprendí a mi misma viéndome con una sonrisa de oreja a oreja dirijiendome a la sala. Los médicos nos dejaron poner música. Pusimos algo bailable, salsita. Cuando yo estaba con la epidural puesta y comenzaron con la cesárea el anestesista se puso a bailar jajaja que risaaaa. Las matronas empezaron a contarme su vida. Fue un momento de mucha comunicación y alegría dentro de un quirofano frío. Lo que hizo que esa sala fría y aparentemente incómoda se convirtiera en algo agradable y en el lugar donde vi por primera vez a mi bebé. La actitud lo es todo. Hacíamos todos un buen equipo y funcionó.

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"mis creencias religiosas me acompañaron en el parto"

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Soy católica y me puse a rezar antes del parto y de la cesárea. Estoy segura de que la Virgen Maria intercedió para que todo se quedara en un recuerdo precioso, a pesar de estar en un quirofano. De hecho ella parió en un pesebre con animales porque no había sitio para ella en ninguna posada. Seguro que María tampoco quiso parir en un sitio así. Me sentía protegida y dichosa sin que nada de lo que planee hubiera salido, ya que pude experimentar lo que María experimentó en menor medida, pues le pedí que estuviera cerca de mi durante el parto. Y esto para mi ha sido un regalazo. Así lo viví realmente. Muchas veces la gente me dice: jo, pobrecita tuviste cesárea. Y yo les respondo : no me arrepiento, fue un momento maravilloso y no lo cambiaría. Konchy me lo repetía mucho en el curso: lo importante es no tener un mal recuerdo del parto. Y así fue en el mío. Estoy super agradecida porque sin el curso no sé cómo hubiese reaccionado ante esta situación. Gracias!!!! ÁNIMO CHICAS!!!

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