TESTIMONIOS DE HIPNOPARTO
EL NACIMIENTO DE LUCAS
LA EXPERIENCIA DE ELLEN, MAMÁ DE LUCAS
"nuestro cuerpo sabe lo que hace, sólo hay que confiar y dejarlo ocurrir"
Aún no me creo que este es mi relato de parto, me sigue pareciendo un poco surrealista pero no puedo estar más agradecida y contenta por cómo ha ido todo.
Ya antes de quedarme embarazada tenía clarísimo que quería un parto positivo, que nuestros cuerpos están hechos para dar a luz y que la naturaleza no se puede equivocar tanto como para que todos los partos sean tan dolorosos y horrorosos como lo pintan en muchos medios. Había visto vídeos sobre hipnoparto y cuando me enteré de que estaba embarazada compré el libro de Marie Mongan para empezar a prepararme. Su relato sobre como vió dar a luz a una gata me convenció del todo de que nuestro cuerpo sabe lo que hace, sólo hay que confiar y dejarlo ocurrir. Me sentía preparada e ilusionada para que llegara el momento.
"empezaba el primer confinamiento por covid y yo estaba de 30 semanas"
Nunca tuve ningún miedo al parto, hasta que empezó la crisis del COVID-19 y el confinamiento (estaba de 30 semanas), y poco después las historias bastante negativas sobre partos en tiempos de COVID que me dieron mucha ansiedad. Decidí buscar apoyo positivo (como en este grupo maravilloso: grupo privado Tu Parto) e intentar pasar de las historias de horror, y seguí leyendo relatos de parto positivos y practicando las respiraciones y relajaciones. Al final conseguí soltar esa ansiedad y aceptar que no podría controlarlo todo, como por ejemplo la posibilidad de usar la bañera o el óxido nitroso en el hospital, que en comparación con las que han parido solas no es nada (no hace que esté bien pero me ayudó a aceptarlo).
El jueves 14 de mayo tenía cita para monitores y ecografía ya que cumplía las 40 semanas ese día. Me dijeron que todo estaba perfecto y que el bebé ya pesaba 3.8 kg, solo tenía la tensión y los pulsos un poco altos pero eso seguramente fue por los nervios de ir allí, y porque al negarme al tacto noté que no le hizo mucha gracia a la ginecóloga (aunque no me dijo nada) y me puse nerviosa. Me dieron cita para una semana después y me comentaron que allí ya se programaría la inducción para la semana 41+5 si no empezaría el parto antes (cosa que tenía claro que negaría si el bebé y yo seguíamos bien, pero quería evitar llegar a eso).
"pensaba que llegaría a las 42 semanas"
Al llegar a casa pensé: me voy a tomar estas semanas (me veía llegar a las 42 semanas seguro) como unas vacaciones de lujo, solo voy a hacer lo que me apetezca, ver series y películas de humor, comer y beber lo que me apetezca, y relajarme todo lo que pueda. El viernes me vine un poco abajo porque mucha gente a la vez empezó a preguntarme como iba y que si ya notaba algo etc... A ver quien se relaja así, y pensé: “¡vaya dos semanas que me esperan!” Me tranquilizó mi novio diciendo que pasara de todos y que me centrase en mí misma, que el bebé vendría cuando él quisiera. Preparamos una cena y pusimos una peli, con la que él se quedó dormida y yo dando vueltas en la cama como todas las noches desde hace unas semanas.
Me desperté como todas las noches sobre las 5 para ir al baño y noté un poco de presión como cuando te viene la regla. Lo había tenido las noches anteriores también así que no le dí mucha importancia, sabía que eso podía pasar durante semanas. Pero esta vez no se me quitó como otras noches, la presión seguía allí mientras yo intentaba seguir durmiendo. Me despertaba todo el rato por esa sensación, empezaron a parecerse más a olas y empecé a tener muchas ganas de ir al baño con algunas (siento esos detalles pero vamos, para mi fue una indicación de que algo pasaba), así que hice lo que el cuerpo me pedía y creo que me limpié entera yendo unas 5 veces entre las 5:30 y 8 de la mañana. No sé a qué hora también empecé a notar presión en la zona lumbar, y notaba que venía cada cierto tiempo (creo que eran cada 10 minutos más o menos). Desperté a mi novio sobre las 8 y le dije que creía que podría estar empezando el parto, pero que no estaba del todo segura. Nos levantamos al rato, me hice unas tostadas para desayunar y me senté en la pelota, estaba bastante cómoda en ella. Fui cambiando entre sentada encima y de rodillas apoyada en la pelota, y haciendo respiración alta.
"no quería ir al hospital demasiado pronto"
Sobre las 9 la app de Freya me decía que las olas eran ya de parto activo, pero no me lo creía porque a veces había más tiempo entre una ola y otra, algunas eran muy largas y otras muy cortas, y yo estaba bastante cómoda con mi pelota. Nos quedamos dudando un poco, mi novio se puso a recoger las últimas cosas y yo me preparé para ducharme. El agua de la ducha me sentó muy bien, el calor en la barriga hacía que casi no sentía nada. Después de salir de la ducha eché un poco de sangre, creo que era el tapón, y todavía dudaba de si habría que salir ya porque no quería llegar con poca dilatación y que me mandaran a casa o que se estancara todo. Llevaba las olas muy bien con la respiración y poniendo una bolsa de calor en la barriga, repetía en mi cabeza que con cada ola se acercaba el momento de conocer a nuestro niño. Mi novio avisó a una matrona que conocemos y nos dijo que la sangre era señal de que se estaba abriendo todo pero que esperaría en salir, ya que al ser primeriza la cosa podía ir para largo, que me quedase en casa todo el tiempo que estuviera cómoda. Sé que eso fue sobre las 10 y cuarto porque he visto el mensaje, pero yo ya había perdido la noción del tiempo, me parecía que había pasado media hora desde que me levanté.
"rompí aguas y las olas cambiarion al instante"
Un poco después estaba en el cuarto de baño (seguía teniendo ganas de ir al baño con algunas olas) y con una ola se rompió la bolsa. Mi novio lo vio y dijo “bueno, creo que ahora sí habrá que irse, no?” En ese momento las olas cambiaron casi al instante, apenas había tiempo entre una y otra, y al rato noté que mi cuerpo empezaba a empujar. Le dije: “Yo no llego al coche así, no puedo andar, mi cuerpo está empujando ya!” No entendía como podía ser eso, me parecía muy pronto, le dije que creía que lo mejor sería que llamara a una ambulancia, porque yo no podía ni levantarme entre una ola y otra, solo quería estar en el suelo frío del cuarto de baño. Pensé que incluso si consiguiera llegar al coche, daría a luz en el camino.
No sé cuánto tardó en llegar la ambulancia pero creo que fueron unos 10 minutos, entraron dos mujeres y un hombre, muy amables, y me dijeron que me tenía que ir a la cama para que me explorasen. Yo estaba medio en otro mundo y les oí decir que faltaban unos cm, pero que ya se sentía la cabeza y discutían entre ellas sobre dónde estaba exactamente. Quería ponerme a cuatro patas pero me dijeron que no, que se da a luz tumbada, que si no no podían ver, por si venía con el cordón alrededor del cuello y empezaban a decirme que empujara con fuerza. Mientras pujaba, una de ellas empezó a empujar en mi barriga y la otra metió los dedos en mi vagina, les dije que dejaran de hacer eso ya, que solo molestaba, y me hicieron caso, pero no tenía energía para discutir sobre la posición y mi novio estaba ocupado cogiendo cosas que le pidieron, así que me quedé tumbada. Estuve bastante incómoda así, la presión en la zona lumbar era mucho más fuerte en esa postura y claro, la cosa no avanzaba mucho.
"traslado al hospital en ambulancia"
Ellos dudaban si daría tiempo para llegar al hospital o no, si esperar en casa o no, y yo no quería ir, que ya que estaba, tenía a mi hijo en casa. Al final (creo que pasaron unos 45 minutos desde que llegaron) decidieron ir al hospital, y me tuve que subir a una camilla, que tuvieron que poner en forma de silla para poder bajar por el ascensor. Todo esto mientras tenía olas y ganas de empujar cada minuto o menos, así que tuvimos que parar varias veces en el pasillo y antes de subir a la ambulancia. Los vecinos tienen que haber estado encantados con el espectáculo jajajaja, no vi a nadie pero era imposible no enterarse de lo que estaba pasando. De camino al hospital igual, seguía tumbada boca arriba intentando empujar con cada ola pero estaba muy incómoda y sabía que así nunca iba a poder parir.
Cuando por fin llegamos al hospital eran las 12 y me llevaron directo al paritorio, donde me recibió una matrona muy amable. Lo primero que me dijo fue: “¿Cómo quieres ponerte? Lo que tu digas, yo solo estoy aquí para ayudar.” Sentí un gran alivio y mi novio me contó después que vio en mi cara lo aliviada que estaba.
"de rodillas apoyada en el cabecero, todo iba muchísimo mejor"
Le dije que quería ponerme de lado, pero luego no estaba cómoda así, y al final me puse de rodillas y apoyada en la cabeza de la cama. Noté que así todo iba muchísimo mejor, con cada ola sentí como bajaba la cabeza de mi hijo y solo notaba la necesidad de pujar, así que fue lo que hice. Mi novio me daba agua entre una ola y otra y no paraba de decirme lo bien que lo estaba haciendo, que ya quedaba poco. Las matronas me ponían paños calientes en la zona del periné, aliviaba mucho el escozor. Notaba como la cabeza bajaba y subía con cada ola y empujón, pero cada vez se quedaba más fuera. Cuando pensé que no iba a poder, me animaban a dar un empujón más con la siguiente ola y salió la cabeza de mi hijo, y con otro más ya salieron los hombros y el resto del cuerpo. Lucas nació a las 13:05, con 3.8kg y 54cm. Me lo pusieron encima enseguida y en menos de 5 minutos ya se había agarrado al pecho, y yo no me podía creer que ya estaba aquí. El cordón siguió latiendo bastante rato y esperaron a cortarlo hasta que dejó de latir. Ya durante los últimos empujones la matrona me había explicado que suelen usar oxitocina sintética para el alumbramiento de la placenta, que si lo quería así o no, y le dije que prefería que no me pusieran nada, si acaso más tarde, y creo que la placenta salió menos de 15 minutos después de que naciera Lucas.
"¡si yo he podido, vosotras también!"
Habíamos bromeado algunas veces con que a ver si naciera el niño en casa o qué tenía que hacer mi novio si pasara eso, pero nunca pensé que casi ocurriese de verdad... Creo que si me hubieran dejado ponerme en la posición que yo quería igual nace en casa pero al final estoy contenta de haber llegado al hospital. Hace ya 10 días y aún no me lo creo, creo que no podía haber tenido esa experiencia positiva ni un parto tan rápido sin la preparación que hice, la relajación, las respiraciones, las posturas VIA y simplemente confiar en mi cuerpo. Muchos me han dicho ya que ‘qué suerte’ he tenido, y antes de que yo pueda decir nada mi novio ya salta a defenderme cada vez diciendo: “Suerte no sé yo, se había preparado muy bien y parece que ha tenido resultado”. Quiero animaros a todas, si yo he podido, vosotras también, confiad en vuestro cuerpo y dejadlo hacer lo que tenga que hacer!
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